¿Qué es la Certificación BREEAM?
De manera general, la certificación BREEAM hace referencia a un método de evaluación y certificación que mide el nivel de sostenibilidad que hay en los diferentes proyectos de construcción y edificaciones.
Esta certificación, líder en el mercado global, valora la sostenibilidad de las construcciones desde un enfoque de 360 grados, teniendo en cuenta 6 indicadores principales que son: la gestión sostenible, la garantía de salud y bienestar, la eficiencia energética, la apuesta por materiales sostenibles, la óptima gestión de residuos de construcción y la innovación.
Es decir, el objetivo principal de la certificación BREEAM es establecer criterios y estándares que permitan evaluar y calificar la sostenibilidad ambiental, social y económica de un edificio. Para ello, se toman en cuenta los anteriores factores durante todo el ciclo de vida del proyecto, desde la fase de diseño hasta su construcción, operación y desmantelamiento.
De esta manera, la certificación BREEAM se otorga mediante un proceso de evaluación en función del nivel de cumplimiento de los criterios establecidos. Así, dependiendo de la cantidad de puntos obtenidos en el proyecto, se puede obtener desde una certificación BREEAM con una calificación de aprobado, hasta una calificación de Excelente y Sobresaliente.
Sin duda, el objetivo de BREEAM es impulsar y alentar la construcción sostenible, estableciendo un estándar para apostar por las mejores prácticas en construcción. A través de este tipo de certificaciones, se anima a los especialistas del sector a ir más allá de los requisitos legales mínimos y a conseguir resultados medioambientalmente respetuosos.
El papel del SATE en la consecución de edificios con certificación BREEAM
De manera general, el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) es una técnica de aislamiento térmico aplicada a la envolvente de los edificios con el objetivo de mejorar su eficiencia energética y reducir las pérdidas o ganancias de calor.
En cuanto al papel que juegan los sistemas SATE en la consecución de edificios con certificación BREEAM, este se centra sobre todo en la mejora de la eficiencia energética, el confort térmico y la sostenibilidad que se consigue al optar por la instalación de este sistema de aislamiento en la envolvente del edificio.
En primer lugar, el SATE es una técnica de aislamiento térmico que consiste en recubrir la fachada del edificio con un material aislante por el exterior, reduciendo como consecuencia las pérdidas y ganancias de calor. Al disminuir la demanda de energía que requieren los equipos de calefacción y refrigeración, se logra reducir, al mismo tiempo, la huella de carbono del edificio.
Por otro lado, al reducir el consumo energético, el SATE contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al funcionamiento del edificio.
En cuanto al confort térmico y bienestar de los ocupantes valorado en la categoría de Salud y Bienestar, el SATE, gracias al aislamiento térmico que consigue, logra un ambiente interior más cómodo y agradable, evitando la sensación de frío en invierno y calor en verano.
Respecto al ciclo de vida del edificio, un factor que dependerá, entre otras cosas, de la calidad de los materiales, el SATE protege la estructura de la fachada frente a agentes externos como la humedad y la lluvia, una propiedad que le permite prolongar la vida útil del edificio.