De manera general, el valor catastral de la vivienda hace referencia al valor oficial asignado por las autoridades fiscales de un país o una jurisdicción local a una propiedad concreta con fines fiscales. Entre otras cosas, el valor catastral de la vivienda se utiliza como base para calcular algunos impuestos como, por ejemplo, el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).
En la determinación de un valor catastral u otro entran en juego diferentes variables, entre las que podemos diferenciar:
Valor del suelo. En primer lugar, el técnico evalúa el valor del terreno sobre el que se encuentra la propiedad. Este valor puede aumentar o disminuir en función de la ubicación, del tamaño del terreno o de las características específicas de la zona.
Valor de la construcción. En segundo lugar, se tiene en cuenta el valor de la edificación mediante variables como el tamaño, la edad de construcción y la calidad de la arquitectura.
Ubicación. Como veíamos anteriormente, la ubicación de la propiedad es un factor clave en la determinación del valor catastral. Así, las propiedades ubicadas en áreas urbanas más cotizadas o con acceso a diferentes servicios básicos y líneas de transporte pueden presentar un valor catastral superior.
Características y comodidades de la propiedad. En el cálculo del valor catastral se tienen en cuenta las características especiales de la vivienda, como la presencia de piscinas, garajes, terreno exterior u otras comodidades que puedan afectar su valor.
Por su parte, el proceso para calcular el valor catastral puede ser llevado a cabo por agencias gubernamentales o autoridades municipales específicas, realizándose mediante una tasación o valoración de la propiedad.
Además, es importante destacar que el valor catastral puede ser diferente al valor de mercado de la vivienda, ya que este último se basa en las condiciones de oferta y demanda que caracterizan el mercado inmobiliario.
Qué beneficios del sistema de aislamiento térmico por el exterior permiten aumentar el valor de la vivienda
Como hemos visto la calidad de la construcción está contemplada en la descripción catastral de los inmuebles y puede afectar al valor de estos. En la actualidad, ante la constante búsqueda de soluciones efectivas para optimizar el rendimiento energético de los edificios, los sistemas de aislamiento térmico por el exterior se han consolidado como una de las mejores soluciones constructivas debido a la alta eficiencia y versatilidad que presentan.
De esta manera, el SATE ofrece una serie de beneficios que pueden influir positivamente en el valor de la vivienda, tanto si se trata de una edificación de obra nueva o de un proyecto de rehabilitación.
Entre algunos de los beneficios del sistema de aislamiento térmico por el exterior que permiten aumentar el valor de la vivienda podemos distinguir:
Eficiencia energética. El SATE destaca por proporcionar un excelente aislamiento térmico, lo que reduce las pérdidas de calor en invierno y mantiene el interior fresco en verano. Esto se traduce en un menor consumo de energía para calefacción y refrigeración, lo que resulta en ahorros significativos en las facturas de energía.
Confort interior. Al mejorar el aislamiento térmico de una vivienda, el SATE ayuda a mantener una temperatura interior más estable y agradable en todas las estaciones. Esto se traduce en un mayor confort para los habitantes de la vivienda; un aspecto muy valorado por los posibles compradores.
Ahorro económico a largo plazo. Además de los ahorros energéticos conseguidos debido a la menor necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración, el SATE es un sistema duradero que requiere un mantenimiento mínimo a lo largo de los años.
Apuesta por la sostenibilidad. Al mejorar la eficiencia energética, el SATE contribuye a la apuesta por un sector de la construcción cada vez más concienciado con el medio ambiente.
Aumento de la durabilidad: Debido a la capa aislante instalada en la envolvente del edificio, el SATE protege la fachada de agentes externos como la humedad y los cambios climáticos, permitiendo aumentar la vida útil de la vivienda y reducir los gastos de mantenimiento a largo plazo.
Variedad de acabados: Este sistema de aislamiento térmico por el exterior también permite la aplicación de diferentes acabados. En este sentido, los trabajos de aislamiento exterior son también considerados trabajos de renovación.
Weber ofrece una amplia gama de acabados SATE para que tus paredes exteriores queden exactamente como deseas. Los acabados posibles incluyen morteros de revestimiento acrílicos, en base siloxanos, orgánicos, minerales en capa fina o en capa gruesa, lo que te permite obtener un gran número de acabados decorativos posibles.
En definitiva, debido a los beneficios del sistema de aislamiento térmico por el exterior, la instalación de un SATE revalorizará tu vivienda al estar alineada con los cambios de legislación en cuanto a eficiencia energética, presentar una eficiencia energética mejorada, reducir los costes de energía, garantizar un mayor confort y bienestar en el interior, mejorar la estética de la fachada y asegurar la mayor resistencia de la estructura.
¿Estás valorando instalar SATE en tu vivienda? En Weber estaremos encantados de asesorarte. Contacta con nosotros.