Arquitectura bioclimática: ¿qué es y qué principios defiende?

Arquitectura bioclimática

La arquitectura bioclimática se ha convertido en una disciplina crucial en respuesta a la constante búsqueda de soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente en el sector de la construcción. 

En un contexto en el que la conciencia ambiental es cada vez mayor, la arquitectura bioclimática busca generar espacios que no sean sólo estéticamente atractivos, sino también energéticamente eficientes y confortables para sus habitantes. 

En esencia, la arquitectura bioclimática se fundamenta en la comprensión profunda entre el entorno construido y el entorno natural. ¿En qué principios se basa? En el siguiente artículo, ¡entramos en detalle! 

Nueva llamada a la acción

¿Qué es la arquitectura bioclimática?

Como adelantábamos, la arquitectura bioclimática hace referencia a una disciplina que se centra en diseñar edificios y espacios urbanos atendiendo a los patrones climáticos y las condiciones naturales del entorno. 

El objetivo principal de la arquitectura bioclimática es crear estructuras que sean eficientes en términos energéticos, cómodas para sus habitantes y respetuosas con el medio ambiente. De esta forma, la arquitectura bioclimática prioriza aprovechar y optimizar los recursos naturales disponibles, como la radiación solar, el viento y la vegetación para lograr un equilibrio entre el confort interior del espacio, la funcionalidad y la sostenibilidad. 

Arquitectura bioclimática: Características y principios

Entre los principales objetivos de la arquitectura bioclimática están, además de la creación de espacios saludables y confortables para los habitantes del inmueble, el respeto por el medio ambiente. Para ello, es primordial evitar el uso de materiales contaminantes, atender al bienestar de la biodiversidad local y hacer un uso eficiente de la energía, los materiales de construcción, el agua y demás recursos. 

  • Orientación y diseño pasivo: En primer lugar, uno de los pilares fundamentales de la arquitectura bioclimática es el aprovechamiento de la orientación solar y la dirección de los vientos dominantes. Diseñar edificaciones en base a estos criterios permite maximizar la iluminación natural, aprovechar la radiación solar para calefacción y reducir la necesidad de sistemas mecánicos de climatización. 
  • Aislamiento y eficiencia energética: En segundo lugar, la elección de los materiales de construcción con propiedades térmicas adecuadas y la implementación de sistemas de aislamiento eficientes resultan esenciales para mantener una temperatura interior confortable durante todo el año. Entre otras cosas, la arquitectura bioclimática busca reducir la pérdida de energía a través de las paredes, techos y suelos, lo que se traduce en un menor consumo energético.
  • Ventilación cruzada y confort interior: La apuesta por estrategias de ventilación cruzada aprovecha las brisas naturales para mantener un flujo constante de aire fresco en el interior de los edificios mejorando, en consecuencia, la calidad del aire interior y reduciendo la necesidad de ventilación mecánica. 
  • Tecnologías sostenibles: Aunque el enfoque principal de la arquitectura bioclimática es el diseño pasivo, esta disciplina también integra tecnologías sostenibles como paneles solares, sistemas de recolección de agua de lluvia y sistemas de calefacción y refrigeración de baja energía cuando son necesarios. 

El papel del aislamiento térmico en la arquitectura bioclimática

Entendiendo los principios de la arquitectura bioclimática, el papel del aislamiento térmico resulta fundamental para lograr edificaciones eficientes desde el punto de vista energético, así como confortables para sus ocupantes. 

Como hemos comentado, la arquitectura bioclimática busca aprovechar las condiciones climáticas locales para reducir la dependencia de sistemas de climatización, calefacción y aire acondicionado, logrando minimizar así el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. El aislamiento térmico, de esta forma, juega un papel crucial en este enfoque, ya que afecta directamente al balance térmico de la edificación. 

En primer lugar, un buen aislamiento térmico en paredes, techos y suelos reduce la transferencia de calor entre el interior y exterior de la edificación. Eso minimiza las pérdidas de calor en invierno y logra mantener el fresco en verano, lo que disminuye la necesidad de recurrir a sistemas de calefacción y refrigeración artificiales. 

Por otro lado, el aislamiento térmico ayuda a mantener una temperatura interior más constante, evitando así fluctuaciones extremas que puedan afectar el confort de los ocupantes y requerir, por tanto, a los sistemas de climatización. 

En tercer lugar, al reducir la demanda de energía para calefacción y refrigeración, se disminuye también el consumo energético global de la edificación, lo que se traduce en ahorros económicos y en una menor huella ambiental. En consecuencia, se logra reducir la emisión de gases contaminantes y se contribuye a la conservación de recursos no renovables. Esto se alinea perfectamente con los principios de sostenibilidad y responsabilidad ambiental de la arquitectura bioclimática. 

En el caso del cerramiento del edificio, el aislamiento térmico se puede conseguir mediante diferentes técnicas, atendiendo al emplazamiento del mismo: por el interior, en cámara o por el exterior. El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior, conocido como SATE, comprende una innovadora solución en el campo de la construcción al ser un sistema que busca optimizar la eficiencia energética de los edificios al mismo tiempo que mejora su estética y durabilidad. 

Sin duda, esta técnica de aislamiento térmico se ha convertido en un pilar fundamental para enfrentar los desafíos contemporáneos de consumo de energía, sostenibilidad y confort en las edificaciones.

Entre otros atributos, el SATE se caracteriza por aplicarse mediante una capa aislante en la parte exterior de los edificios, creando una envolvente protectora que minimiza las pérdidas de calor en invierno y regula las ganancias de calor en verano. Este sistema no sólo tiene un impacto directo en la eficiencia energética al reducir drásticamente la necesidad de calefacción y refrigeración, sino que también contribuye al confort interior al mantener temperaturas más estables y agradables para los ocupantes.

Además, una de las principales ventajas del SATE es su versatilidad en términos de materiales y acabados que permiten al edificio tener una imagen completamente renovada. Una amplia gama de revestimientos de acabado, desde morteros de acabado mineral en capa fina y capa gruesa, a la amplia gama de morteros orgánicos de diferentes composiciones y texturas, a revestimientos cerámicos, lo que permite una personalización estética considerable. 

En definitiva, la arquitectura bioclimática surge como un enfoque esencial en el diseño y la construcción de edificaciones en la actualidad. Con una creciente conciencia sobre los impactos del cambio climático y la necesidad de una mayor eficiencia energética, esta disciplina se presenta como una solución prometedora al combinar la funcionalidad, el confort y la sostenibilidad en un mismo conjunto.

La instalación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior de la gama webertherm está alineado con los principios de la arquitectura bioclimática, y contribuirá directamente en la eficiencia energética. 

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