¿SATE o Fachada Ventilada? Diferencias entre los dos sistemas de aislamiento para fachadas

sate vs fachada ventilada

¿SATE o fachada ventilada? A menudo se presenta esta pregunta cuando se está tratando de escoger la solución de aislamiento térmico por el exterior que proporcione la máxima eficiencia energéticaconfort térmico de un edificio, y que cumpla a la vez con las expectativas a nivel estético y cuente con una relación calidad-precio adecuada. Y es que el aislamiento térmico y acústico, la estética, y el coste de la solución son aspectos importantes a la hora de valorar una opción u otra como protección para el cerramiento del edificio.

Uno de los objetivos más evidentes del aislamiento térmico de las fachadas reside en conseguir que los cambios en la temperatura de la calle no se vean reflejados en el interior de los edificios, recurriendo, para ello, a la instalación de sistemas de aislamiento óptimos. 

Son varios los tipos de sistemas de aislamiento que existen atendiendo al emplazamiento del mismo, siendo dos de los más eficaces tanto para proyectos de rehabilitación como de obra nueva los sistemas SATE y las fachadas ventiladas. Sistemas de aislamiento térmico por el exterior que minimizan los puentes térmicos, entre otras ventajas.

Sin embargo, escoger entre fachada ventilada o SATE puede ser complicado, por eso, desde Weber, queremos ayudar a conocer las características del que podría ser el sistema de aislamiento óptimo para la fachada objeto de estudio. 

Como especialistas en soluciones para fachadas, y concretamente en sistemas de aislamiento, vamos a plantear las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos, elaborando una serie de conclusiones que te ayudarán a tomar una decisión sobre qué es mejor, si el SATE o fachada ventilada. ¡Sigue leyendo!  

Sistemas webertherm

Principales ventajas del SATE en fachadas

Los sistemas SATE de aislamiento térmico por el exterior de fachadas hacen referencia a una solución constructiva aislante basada en la aplicación, por el exterior, de un material aislante; principalmente placas aislantes prefabricadas que van directamente adheridas a la fachada del edificio.

Dependiendo del material de estas placas aislantes podemos tener, además de una mejora térmica, una mejora acústica. 

Por otro lado, desde el punto de vista del diseño, los SATE pueden también presentar acabados muy variados, incluso con aplacado cerámico, resolviendo perfectamente las necesidades estéticas, ya sea en un proyecto de rehabilitación o en una obra nueva.

Entre las ventajas SATE más destacadas podemos distinguir:

  • Revalorización de la vivienda. Este sistema contribuye a la renovación de la imagen del edificio.
  • Mejora del confort térmico. Gracias al material aislante se contribuye al ahorro energético.
  • Se trata de una piel extra en todo el edificio, y que por lo tanto elimina los puentes térmicos, puntos por donde se escapa la energía (calor o frío).
  • Atmósfera saludable interior. Otra ventaja del sistema SATE viene dada por su buena transpirabilidad que evita condensaciones además de incrementar la impermeabilización frente a la lluvia.
  • Confort acústico. Dependiendo del material aislante se puede aportar, además, una mejora acústica en el interior de las viviendas.
  • Óptima relación calidad/precio. Solución con una instalación más simple y sencilla que tiene como resultado un abaratamiento de costes frente a otras como la instalación de fachada ventilada.

 

Fachada ventilada: ventajas e inconvenientes

A la pregunta qué es una fachada ventilada; el sistema de aislamiento de fachada ventilada consiste en un muro portante que se ancla al cerramiento del edificio mediante un sistema de fijación. Entre ambos elementos se crea una cámara de aire, no estanca, que permite la ventilación y en la que se acostumbra a colocar un material aislante.

De esta manera, la fachada ventilada se basa en la colocación de una subestructura metálica sobre la que se instala una hoja exterior. Durante el proceso de instalación de la fachada ventilada es necesario nivelar adecuadamente esta subestructura, lo que supone un trabajo delicado y, en ese sentido, puede encarecer el proyecto al requerir de empresas instaladoras de aislamiento térmico muy especializadas.

Sin embargo, es cierto que la capa intermedia de aire que se crea es muy eficaz a la hora de aislar, con unas prestaciones técnicas equiparables a la de los SATE. Para establecer una comparación sencilla, sería como instalar un toldo permanente sobre toda la superficie de la fachada que deja una cavidad en la que se coloca el aislante y, además, circula el aire por efecto chimenea, renovándolo de una manera natural.

Entendiendo esto, de manera general, las fachadas ventiladas se componen principalmente de tres elementos:

  • Paneles exteriores: Estos paneles son el componente visible de la fachada y pueden estar hechos de una variedad de materiales como cerámica, piedra, metal, vidrio, entre otros. En cuanto a su instalación, los paneles se fijan a una estructura de soporte que se ancla a la pared del edificio.
  • Cámara de aire: Hace referencia al espacio separado entre los paneles exteriores y la pared del edificio. La cámara de aire permite la circulación del aire y actúa como una capa de aislamiento adicional. El tamaño de la cámara de aire puede variar según el diseño y las necesidades específicas del edificio.

El flujo de aire en la cámara ayuda a regular la humedad y evita la acumulación de condensación en la pared del edificio. Esto reduce el riesgo de daños estructurales y la formación de moho y hongos en el interior.

  • Sistema de soporte: Es la estructura que sostiene los paneles exteriores y crea la cámara de aire. Este sistema puede estar compuesto por perfiles metálicos, rieles o sistemas de anclaje especiales, dependiendo del diseño y los materiales utilizados.

Respecto a algunas de las ventajas de la fachada ventilada, es importante saber que este sistema de aislamiento proporciona una capa de protección extra que evitará, como hemos visto, condensaciones y filtraciones de agua. Además, ayudará a reducir la aparición de grietas y fisuras en el edificio al sufrir, tanto en la superficie como en el interior, menos cambios de temperatura.

Otras ventajas de las fachadas ventiladas incluyen una mayor durabilidad del revestimiento, una protección adicional contra la intemperie y la posibilidad de mejorar la estética del edificio con una amplia gama de diseños y acabados.

Sin embargo, un punto a tener en cuenta en la fachada ventilada es que, al tratarse de una solución colocada sobre una estructura metálica anclada al soporte, hay que tener mucho cuidado en su instalación, sobre todo para evitar la aparición de puentes térmicos.

Por otro lado, aunque las fachadas ventiladas son duraderas, pueden requerir un mantenimiento periódico. Esto puede incluir la limpieza de los paneles exteriores, la inspección de los sistemas de ventilación y el sellado de juntas y conexiones con el fin de evitar las filtraciones de agua.

 

SATE vs. fachada ventilada: ¿cuál es el mejor sistema de aislamiento térmico por el exterior para fachadas?

Ahora que conocemos algo mejor ambas soluciones, ¿cómo escogemos la más adecuada?, ¿es mejor la fachada ventilada o SATE? La elección entre SATE vs fachada ventilada puede parecer difícil pero, lo cierto, es que una de las dos presenta una serie de ventajas adicionales sobre la otra que la convierten en una apuesta ganadora si se tiene en cuenta la relación calidad-precio.

Ambos sistemas consiguen mejorar notablemente el aislamiento térmico, con las repercusiones que esto tiene sobre el consumo energético y el bienestar en el interior. Pero, a la pregunta qué es mejor: sate o fachada ventilada, y ante un resultado satisfactorio por parte de ambas, nos quedamos con el sistema SATE.

Diferencias entre SATE y fachada ventilada: 

  • Colocar el sistema SATE es mucho más fácil en comparación a la complejidad que caracteriza la instalación de la fachada ventilada. Esto se traduce, por tanto, en una reducción de las horas de trabajo y, en consecuencia, en costes. De esta manera, desde el punto de vista calidad/precio, SATE es la opción ganadora. Obviamente los dos consiguen ahorrar en gastos de climatización, no obstante, la instalación inclina la balanza hacia el SATE.
  • En cuanto a los puentes térmicos, el SATE minimiza los de la propia fachada y, además, es un solución que, en su instalación, evita la posibilidad de cualquier puente térmico proveniente del sistema de soporte que pueda aparecer en la fachada ventilada,  aunque en la misma se contemplan elementos de rotura de puente térmico.  
  • El mantenimiento en ambos sistemas de aislamiento destaca por ser fácil y ágil. Sin embargo, en el mantenimiento de la fachada ventilada habrá que estar pendientes de la acumulación de suciedad que se pueda formar en la cámara de aire.

Por tanto, y aunque ambos sistemas consiguen confort térmico, el SATE sería la mejor opción a la hora de apostar por un sistema de aislamiento térmico dado la óptima relación prestaciones técnicas y precio. Además, los sistemas SATE ofrecen acabados variados y que se adaptan a las necesidades estéticas actuales, pudiendo aportar también un plus de aislamiento acústico muy interesante en viviendas. 

En Weber somos expertos y ponemos a tu disposición nuestra guía de sistemas SATE con la que conocer un poco más a fondo las características de esta solución.

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