En relación a la impermeabilidad de los sistemas SATE indicar que cumplen con las exigencias fijadas en el documento básico de Salubridad DB-HS del Código técnico de la Edificación, y son una solución que protege las viviendas frente a la penetración del agua de lluvia.
¿Cómo se instala el SATE en de fachadas?
Para lograr el máximo grado de impermeabilidad de un SATE, el primer paso necesario es revisar la fachada y localizar las posibles vías de entrada de agua. Si las filtraciones se deben a tuberías defectuosas o a falta de aislamiento en suelos y fachadas, se deben solucionar primero estos problemas.
Otro aspecto que se ha de tener en cuenta antes de colocar el sistema aislante para poder obtener la máxima resistencia a la filtración del revestimiento exterior, es considerar la humedad freática. Esta se encuentra bajo el suelo y empapa los muros por capilaridad, por lo que es imprescindible eliminarla para conseguir una completa impermeabilización.
En algunos casos, la humedad freática se puede eliminar mediante la aplicación de inyecciones de líquidos mineralizadores a base de siliconas o silanos. Otra posibilidad es la eliminación directa de las zonas que se empapan, sustituyéndolas por elementos hidrófugos. Por último, también se podría aplicar electro-osmosis para producir la inversión del sentido circulatorio del agua dentro del muro mediante un procedimiento eléctrico.
Una vez se hayan eliminado por completo las vías de agua que no proceden directamente de la lluvia, es momento de instalar el aislante SATE.
Dependiendo de la cantidad de lluvia a la que esté expuesta la edificación y del encharcamiento que se produzca en el suelo, puede ser necesaria la colocación de una capa impermeabilizante sobre la fachada, siendo este el primer paso recomendado cuando se arranca un SATE desde el nivel de suelo.
Una vez colocada capa de impermeabilización, ya se puede proceder a la instalación del aislante en la fachada SATE. Respecto a las consideraciones a tener en cuenta en su instalación, es importante que las placas aislantes no estén en contacto con el suelo, siendo ideal mantener una distancia, como mínimo, de 15 centímetros. Si se pusiese en contacto con el firme o muy cerca de este, podría darse el efecto de capilaridad y el agua podría subir por detrás de este.
Es imprescindible asegurarse de que los puntos singulares, tales como encuentros con marcos de puertas y ventanas, encuentro con superficies horizontales, etc, queden bien resueltos y sellados evitando cualquier filtración de agua.
Para ello, se colocan perfiles especialmente diseñados para cada punto singular que refuerzan la zona y aseguran la perfecta estanqueidad del sistema frente al agua de lluvia.
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