¿Qué papel cumple la malla de refuerzo en la instalación de un SATE?
De manera general, una malla de refuerzo hace referencia a un material utilizado en algunos proyectos de construcción con el objetivo de mejorar la resistencia y estabilidad de la estructura. Respecto a su aspecto, este consiste en una red o tejido formado por hilos o fibras entrelazados de manera regular, creando una estructura resistente y flexible.
En el contexto de los SATE, la malla de refuerzo desempeña un papel fundamental ya que, incorporándola en la capa de revestimiento del sistema, es la encargada de proporcionar una resistencia adicional, ayudando a absorber tensiones que se pueden llegar a transmitir y manifestar en el revestimiento de acabado en forma de fisuras. Es por ello que la malla de refuerzo previene la aparición de fisuras, y además aporta una resistencia mecánica frente al impacto extraordinaria, alargando así la vida útil del sistema.
La malla de refuerzo puede estar fabricada con diferentes materiales, como pueden ser la fibra de vidrio, la fibra de carbono, poliéster… Estos materiales son elegidos debido a la alta resistencia mecánica que presentan, así como por sus óptimas condiciones de durabilidad, adherencia y compatibilidad con el resto de materiales que entran en juego en la instalación de un SATE.
Además de su función principal de refuerzo, esta malla también actúa como una estructura embebida en la capa de refuerzo entre el revestimiento final y el sistema de aislamiento, lo que contribuye a la estabilidad y resistencia del conjunto.
¿Cómo es el proceso de aplicación de la malla de refuerzo en la instalación de un SATE?
Durante la instalación del SATE, la malla se coloca en la mitad del espesor de la capa de regularización aplicada sobre el aislamiento térmico.
La instalación de la capa de refuerzo donde va embebida la malla se realiza en diferentes fases, obteniendo como resultado una estructura sólida y resistente que ayuda a prevenir de la fisuración y la delaminación del sistema, especialmente ante posibles movimientos o tensiones en la fachada.
Sobre el material aislante se aplica un mortero adhesivo base sobre la superficie preparada con el objetivo de asegurar la adherencia de la malla de refuerzo para, posteriormente, colocarla sobre la superficie asegurándose que está bien distribuida y sin arrugas.
Una vez colocada la malla, y transcurrido un tiempo de secado prudencial del mortero, se aplica una segunda capa del mortero regularizador dejando la malla en la mitad del espesor de la capa de refuerzo.
Por último, una vez que la última capa de mortero se ha secado completamente, se procede a la aplicación de la capa del acabado del SATE.
En cualquier caso, es fundamental que la instalación se lleve a cabo mediante profesionales capacitados para garantizar las mejores garantías de resultados.
¿Qué tipos de malla de refuerzo para SATE existen?
Existen varios tipos de malla de refuerzo utilizadas en los Sistemas SATE. Entre los tipos más comunes podemos encontrar:
- Malla de refuerzo de fibra de vidrio. Esta malla está compuesta de hilos de fibra de vidrio entrelazados. El uso de fibra de vidrio le confiere propiedades como resistencia a la tracción, estabilidad dimensional y durabilidad. La malla de fibra de vidrio es una opción comúnmente utilizada en aplicaciones de SATE debido a su alta resistencia y capacidad para soportar el mortero de refuerzo y el revestimiento final.
En Weber, dependiendo del sistema webertherm que se esté instalando, optamos por la aplicación de una malla de refuerzo de fibra de vidrio u otra, como webertherm malla 160, webertherm malla 320, webertherm malla 3FORCE, webertherm malla 65 o webertherm malla 200 garantizando, con cada una de ellas, el refuerzo de los revestimientos en las zonas más expuestas a golpes o tensiones adicionales en los sistemas de aislamiento térmico por el exterior webertherm.
Malla de fibra de carbono. La malla de refuerzo de fibra de carbono destaca por ser una opción más avanzada. Compuesta por hilos de fibra de carbono tejidos, ofrece una resistencia y durabilidad excepcionales. Este tipo de malla se utiliza en situaciones donde se requiere un refuerzo adicional debido a condiciones extremas o cargas estructurales significativas.
- Malla sintética. La malla sintética, por otro lado, está fabricada con materiales como polipropileno o poliéster. Estos materiales son conocidos por su ligereza, flexibilidad y facilidad de manipulación. Aunque la malla sintética no cuenta con la misma resistencia y durabilidad que las mallas anteriores, puede ser una opción más económica y adecuada en situaciones donde la resistencia extrema no es un requisito primordial.
Es importante tener en cuenta que la elección del tipo de malla de refuerzo dependerá de factores como el tipo de revestimiento de acabado y la zona a proteger. De esta manera, es recomendable consultar con las especificaciones y recomendaciones del fabricante para seleccionar la malla de refuerzo más adecuada.
¿Necesitas asesoramiento profesional? En Weber estaremos encantados de atenderte. Contacta con nosotros.