Lana de vidrio en el aislamiento de fachadas exteriores: características y ventajas

lana de vidrio

El aislamiento térmico y acústico de las fachadas exteriores es un aspecto crucial en la construcción de edificios eficientes y confortables. En este sentido, la lana de vidrio es un material que se ha consolidado, en los últimos años, como una excelente opción para el aislamiento de fachadas exteriores debido a sus destacadas características y numerosas ventajas.

Su versatilidad, durabilidad y rendimiento han llevado a los técnicos instaladores a la adopción de este material en la construcción y renovación de edificios. ¿Conoces qué características y ventajas presenta la lana de vidrio en un sistema SATE? Desde Weber, te las contamos. 

Memorias descriptivas SATE

¿Qué es la lana de vidrio?

La lana de vidrio, como un tipo de lana mineral, hace referencia a un material aislante térmico y acústico ampliamente utilizado en la construcción. Al igual que otras lanas minerales, la lana de vidrio ofrece características como la amplia resistencia al fuego, la durabilidad del material y la capacidad para soportar altas temperaturas.  

Por otro lado, otro de los aspectos más destacados de las lanas minerales es su capacidad para ofrecer un gran rendimiento térmico. De esta forma, la lana de vidrio presenta una baja conductividad térmica, lo que significa en una reducción de la transferencia de calor entre ambientes con diferentes temperaturas. Esta cualidad ayuda a mantener la temperatura del interior del edificio de una manera más eficiente, reduciendo así la necesidad de calefacción o refrigeración excesiva. 

Entrando en detalle, la lana de vidrio está fabricada a partir de una combinación de arena natural y de vidrio reciclado hasta en un 80%, residuos que de otra manera se irían a los vertederos. En promedio, la lana de vidrio webertherm CLIMA34 del sistema webertherm acustic contiene un 50% de vidrio.

En el proceso de fabricación, las materias primas se funden y se hilan fibras muy finas que luego se aglutinan y se comprimen para formar un material ligero y esponjoso. La estructura fibrosa y la composición que presenta la lana de vidrio hacen que esta se convierta en una barrera eficiente contra la transferencia de calor y sonido, contribuyendo así a la creación de espacios interiores agradables y energéticamente eficientes. 

Generalmente, la lana de vidrio aislante se presenta en forma de paneles o rollos, adaptándose así a las diferentes aplicaciones y necesidades de aislamiento. Además, también puede estar disponible en diferentes espesores y densidades, lo que permite su utilización en una amplia gama de proyectos de aislamiento de fachadas, entre los que se encuentran los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) para fachadas. 

Características de la lana de vidrio

En el aislamiento de fachadas exteriores, la lana de vidrio se ha ganado un lugar destacado debido a sus numerosas características. Sin duda, este material ofrece propiedades únicas que lo convierten en una opción de lo más versátil y eficiente para el aislamiento térmico y acústico de los edificios. 

Entre las características más destacadas de la lana de vidrio podemos distinguir: 

Alta resistencia térmica

Una de las características más destacadas de la lana de vidrio aislante es la capacidad que presenta a la hora de resistir a las altas temperaturas, una propiedad fundamental para su aplicación en fachadas exteriores, sobre todo en zonas expuestas al sol directo. Gracias a su alta resistencia térmica, se trata de un material aislante que mantiene estable sus propiedades frente a la amplitud térmica, reduciendo así la transmisión de solicitaciones mecánicas al revestimiento, y alargando la vida útil del mismo. 

Además, la estructura fibrosa de la lana de vidrio aislante atrapa el aire, reduciendo la transferencia de calor. Esto significa que actúa como una barrera eficaz contra el frío en invierno y el calor en verano, ayudando a mantener la temperatura interior de los edificios de manera constante, un hecho que ayuda a reducir, en consecuencia, la pérdida de energía. 

Resistencia al fuego

De manera general, la lana de vidrio presenta una excelente resistencia al fuego, lo que la convierte en un material seguro y confiable en términos de protección contra incendios. 

En primer lugar, la lana de vidrio es un material no combustible, por lo que no contribuye a la propagación del fuego. Además, la lana de vidrio puede tratarse con retardantes de llamas durante su proceso de fabricación, lo que ayuda a mejorar aún más su resistencia al fuego al reducir su inflamabilidad y la propagación de llamas.

En segundo lugar, la lana de vidrio presenta un punto de fusión alto, generalmente por encima de los 1.000ºC. Esto significa que puede soportar temperaturas extremas difícilmente alcanzables en un SATE, y que hace que la afectación sea mínima en caso de incendio.

Por último, la lana de vidrio presenta una baja emisión de humos y gases tóxicos; un hecho importante para garantizar la seguridad de los ocupantes de un edificio.

Durabilidad

La lana de vidrio destaca también por su durabilidad y capacidad para mantener sus propiedades aislantes a largo plazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la durabilidad de la lana de vidrio también depende de factores como la correcta instalación y el mantenimiento adecuado del sistema de aislamiento en el que se utiliza. Por eso, es imprescindible seguir las recomendaciones del fabricante, realizando las inspecciones periódicas necesarias para garantizar su buen estado a lo largo del tiempo

Resistencia a la humedad

Por último, la lana de vidrio es capaz de repeler el agua, evitando que se acumule y cause problemas de humedad. Esto la convierte en una opción ideal para fachadas exteriores que están expuestas a la lluvia y otras condiciones climáticas adversas. 

Es importante tener en cuenta que, si bien la lana de vidrio es resistente a la humedad, es importante tomar medidas adicionales para asegurar la protección del sistema de aislamiento en su conjunto. En el caso de los sistemas SATE, se incluye una capa de regularización de mortero reforzada con malla de fibra de vidrio a la que se le aplica un revestimiento final, dotando al sistema de una capa de protección que entre otras cosas evita que el agua de la lluvia entre en contacto con el material aislante. 

Ventajas de la lana de vidrio como material aislante

Entendiendo cada una de las características de la lana de vidrio, este material cuenta con un gran número de ventajas a la hora de conseguir un completo aislamiento térmico y acústico en las fachadas exteriores

  • Eficiencia energética: Al reducir la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano, la lana de vidrio aislante ayuda a mantener una temperatura constante en el interior de los edificios, lo que se traduce en un menor consumo energético.
  • Versatilidad: Debido a su ligereza y flexibilidad, la lana de vidrio puede adaptarse a cualquier tipo de fachada, lo que facilita su instalación en proyectos tanto de obra nueva como de rehabilitación de fachadas.
  • Seguridad: Al ser resistente al fuego, la lana de vidrio aporta un extra de seguridad a los edificios.
  • Respetuoso con el medio ambiente: Entre otros atributos, la lana de fibra de vidrio es un material con un % de material reciclado y reciclable que contribuye a la sostenibilidad de los edificios.
  • Ahorro económico: Aunque la inversión inicial de un sistema SATE en base lana de vidrio puede ser mayor en comparación con otras soluciones de rehabilitación convencionales, la eficiencia energética de la lana de vidrio se traduce en ahorros significativos en las facturas de energía a largo plazo.

¿Estás pensando en aislar térmica y acústicamente tu fachada y necesitas asesoramiento profesional? En Weber estaremos encantados de atenderte. Contacta con nosotros.