En Weber sabemos que la seguridad frente al fuego es un pilar fundamental en cualquier proyecto de construcción. Los sistemas SATE no solo deben ofrecer eficiencia energética y confort térmico, sino también cumplir con los más altos estándares de reacción y resistencia al fuego establecidos por el Código Técnico de la Edificación (CTE).
En este artículo queremos explicar cómo abordamos este aspecto clave del diseño de fachadas, qué exige la normativa actual y cómo aseguramos que nuestros sistemas SATE sean soluciones seguras, eficientes y duraderas frente al fuego.
Reacción y resistencia al fuego: dos conceptos clave que no deben confundirse
Cuando hablamos de la reacción y resistencia al fuego en sistemas SATE, es importante diferenciar ambos términos:
Reacción al fuego: define cómo se comportan los materiales ante una fuente de calor o llama, es decir, si contribuyen o no a la propagación del fuego.
Resistencia al fuego: mide la capacidad de un elemento constructivo para mantener su integridad y estabilidad durante un incendio.
En un sistema SATE, la combinación de materiales (aislamiento, morteros, mallas y acabados) debe garantizar un equilibrio entre rendimiento térmico y seguridad pasiva. Por eso, todos nuestros sistemas se ensayan y certifican como conjunto, no como elementos aislados.
El marco normativo del CTE y su aplicación en fachadas SATE
El Documento Básico SI del CTE (Seguridad en caso de incendio) regula las exigencias que deben cumplir las fachadas en función de su altura y uso. En la sección SI 2 (“Propagación exterior”) se establecen las clases mínimas de reacción al fuego para los sistemas de cerramiento, incluyendo los sistemas SATE.
De manera general:
- En edificios de hasta 10 m de altura, el sistema debe ser como mínimo clase D-s3,d0.
- En edificios de 10 m a 18 m, la exigencia aumenta a C-s3,d0.
- En edificios de más de 18 m, el sistema debe alcanzar B-s3,d0 o superior.
En Weber, todos nuestros sistemas están diseñados y certificados conforme a estos requisitos, y además realizamos ensayos adicionales que garantizan la seguridad del conjunto en diferentes configuraciones constructivas.
