Definición de edificio de consumo energético casi nulo
Centrándonos en la definición de edificio de consumo energético casi nulo, estos se refieren a aquellos edificios que, ya sean recién construidos o existentes, cumplen con los límites establecidos para el consumo de energía primaria no renovable y el consumo total de energía primaria en el caso de edificaciones nuevas, establecido de acuerdo a la Directiva Europea 2010/31/UE, modificada por la actual Directiva Europea 2018/844.
De esta forma, los edificios de consumo energético casi nulo cumplen con estándares rigurosos en términos de eficiencia energética, reduciendo al máximo posible la demanda de energía no renovable.
En general, los edificios de consumo energético casi nulo buscan minimizar su huella ambiental al incorporar tecnologías avanzadas, prácticas de diseño eficiente y, en muchos casos, la integración de fuentes de energía renovable para abastecer sus necesidades energéticas. Para lograr esto, se analizan las condiciones que permiten controlar la demanda energética, se considera la transmitancia térmica global y la permeabilidad al aire de la envolvente térmica, así como el manejo solar a través de los cristales. Además, se evalúa y limita el consumo total de energía primaria, incluyendo fuentes no renovables. Por otro lado, se establece como requisito una contribución renovable para la generación de agua caliente sanitaria y electricidad.
En definitiva, la meta principal es lograr un equilibrio entre la energía consumida y la energía producida, acercándose lo máximo posible a la neutralidad energética.
Cómo conseguir como resultado edificios de consumo energético casi nulo
De manera general, la construcción de edificios de consumo energético casi nulo implica que arquitectos e ingenieros desarrollen el proyecto de forma que aproveche de manera óptima los recursos naturales disponibles, como la luz solar, el viento y el calor del sol. En este contexto, ha ganado popularidad en las últimas décadas el estándar de viviendas conocido como "casas pasivas" o "Passivhaus"; unas construcciones que destacan por tener una demanda inicial de energía muy baja.
Estos edificios pasivos buscan minimizar al máximo la dependencia de sistemas mecánicos de climatización, incluyendo tanto la calefacción como el aire acondicionado. Para lograrlo, implementan aislamientos efectivos que evitan las pérdidas de calor o frío, además de utilizar sistemas de renovación del aire inteligentes.
Aunque el estándar de los edificios de consumo energético casi nulo no es tan riguroso como las casas pasivas, se orienta hacia la eficiencia energética y la incorporación de fuentes de energía renovable, ya sea dentro del propio edificio o en las cercanías.
Para lograr edificios de consumo energético casi nulo se pueden seguir dos vías o estrategias:
- La primera consiste en aplicar todas las técnicas de diseño y construcción disponibles para reducir al máximo los niveles de consumo energético.
- La segunda estrategia implica la implementación de energías renovables o el autoconsumo de estas, con el propósito de generar la misma cantidad de energía que consumen los edificios en cuestión.
El SATE como una de las mejores soluciones constructivas edificio de consumo energético casi nulo
Centrándonos en la primera estrategia, el SATE emerge como una de las soluciones constructivas más efectivas para lograr edificios de consumo energético casi nulo. Como hemos ido comentando a lo largo de los artículos de nuestro blog, el SATE consiste en aplicar un aislamiento térmico en la envolvente del edificio desde el exterior, proporcionando beneficios significativos en términos de eficiencia energética y confort térmico.
Esta técnica contribuye a reducir las pérdidas y ganancias de calor, mejorando la eficiencia energética del edificio. Al aplicar el aislamiento en el exterior, se minimizan los puentes térmicos y se logra un mayor rendimiento en comparación con otras soluciones. Además, el SATE puede integrarse con otros elementos constructivos, logrando una completa hermeticidad y garantizando un ambiente interior más confortable.
Sin duda, en la búsqueda de edificios de consumo energético casi nulo, el SATE se destaca por su capacidad para mejorar la eficiencia térmica y, en consecuencia, reducir la demanda de energía para calefacción o refrigeración. De esta manera, la implementación de esta solución constructiva contribuye significativamente a la consecución de estándares más elevados en términos de sostenibilidad y eficiencia energética.
El futuro de los edificios de consumo energético casi nulo
Con la vista puesta en un futuro, la UE ha propuesto pasar del concepto edificios de consumo energético casi nulo (NZEB) al concepto edificio cero emisiones (ZEB). Así, la directiva de eficiencia energética de los edificios (2010/31/UE) tiene como objetivo que todos los Estados miembros cuenten con un parque edificatorio altamente eficiente desde el punto de vista del consumo energético, y descarbonizado antes de 2050. Dicha normativa fue modificada en 2018, por la Directiva UE 2018/844 y la Directiva UE 2018/2002.
La Directiva UE 2018/844 determina la obligación para los Estados miembros de renovar sus parques de edificios, tanto públicos como privados. Para ello, introduce el concepto de estrategia de renovación a largo plazo. El objetivo es transformar dichos edificios en edificios de alta eficiencia energética y descarbonizados antes de 2050. Con esta acción, se propone la transformación de los edificios existentes en edificios de consumo de energía casi nulo a más tardar en 2050.
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