Cómo evitar el estrés térmico por calor en época estival con un buen aislamiento

estres termico por calor

El verano es, tanto sinónimo de vacaciones, como de estrés térmico por calor. Y es que es un hecho que no todas las construcciones cuentan con sistemas que permiten que, cuando llega esta época del año, la vivienda esté preparada para afrontarlo. 

De manera general, el estrés térmico en edificios hace referencia a la tensión o daños que sufren los materiales y estructuras debido a las variaciones extremas de temperatura. Este problema puede, en consecuencia, causar grietas, deformaciones y disminución de la eficiencia energética. Factores que, directa o indirectamente, irán repercutiendo en las personas que estén ocupando cualquier vivienda que pueda estar sufriendo este tipo de circunstancias.

¿Cómo podemos evitar esta falta de confort? La respuesta pasa por contar con un buen sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) que consiga mitigar los efectos que produce el estrés térmico en el edificio. ¿Quieres saber más? En el siguiente artículo, te contamos todo lo que necesitas saber.

Nueva llamada a la acción

¿Qué es el estrés térmico?

Como adelantábamos, el estrés térmico en los edificios hace referencia a los efectos que causan las variaciones extremas de temperatura sobre los materiales y estructuras de una construcción. De esta forma, cuando los materiales de un edificio se exponen a ciclos de calor y frío tienden a expandirse al calentarse y contraerse al enfriarse. En consecuencia, estos ciclos repetidos pueden causar fisuras y daños estructurales significativos. 

Además, la exposición continua a variaciones de temperatura puede llevar a la fatiga térmica, deteriorando la resistencia y la integridad de los materiales de construcción. Por ejemplo, los revestimientos exteriores y las fachadas pueden agrietarse o desprenderse, y las cubiertas de los techos pueden deformarse o presentar filtraciones debido a la dilatación y contracción repetitiva. 

Con el objetivo de mitigar estos problemas, la instalación de un sistema de aislamiento térmico de alta calidad resulta fundamental, logrando minimizar las fluctuaciones de temperatura interna. ¿Por qué un sistema de aislamiento térmico destaca por ser una de las medidas preventivas del estrés térmico más eficaces? ¡Sigue leyendo!

Medidas preventivas estrés térmico: ¿Qué papel cumple un buen aislamiento térmico?

Sin duda, un buen aislamiento térmico desempeña un papel crucial en la prevención del estrés térmico en los edificios. ¿Por qué? Desde Weber, entramos en detalle en algunos de los beneficios más significativos: 

Reducción de fluctuaciones térmicas 

El aislamiento térmico ayuda a mantener una temperatura interna constante, reduciendo la influencia de las variaciones extremas de temperatura exterior sobre el interior del edificio. Como consecuencia, se logra minimizar la expansión y contracción de los materiales de construcción, disminuyendo el riesgo de fisuras y otros daños estructurales.

Eficiencia energética

Al reducir la necesidad de calefacción en invierno y refrigeración en verano, un buen aislamiento térmico mejora la eficiencia energética de un edificio, manteniendo una temperatura interna más estable y, como consecuencia, ahorrando en energía. 

Confort interior

Por otro lado, un buen aislamiento térmico mejora el confort de los ocupantes del edificio al mantener temperaturas interiores más agradables y uniformes. Esto es especialmente importante en climas con temperaturas extremas, donde un buen aislamiento puede hacer una gran diferencia en la habitabilidad del espacio.

Protección de materiales

Al minimizar las fluctuaciones térmicas, el aislamiento térmico protege los materiales de construcción de la fatiga térmica. Esto contribuye a la durabilidad y longevidad de los componentes estructurales, como paredes, techos y suelos, evitando deterioros prematuros.

Puentes térmicos 

Como hemos comentado en anteriores artículos de nuestro blog, los puentes térmicos son áreas de la envolvente del edificio donde se produce una mayor transferencia de calor, lo que puede llevar a puntos fríos y condensación. Un buen aislamiento térmico tiene como objetivo minimizar estos puentes térmicos, asegurando una envolvente continua y eficiente.

Estrés térmico por calor y aislamiento térmico SATE 

El aislamiento térmico en verano puede ser incluso más relevante que el aislamiento contra el frío dependiendo de la latitud en que nos encontremos. Por ejemplo, en algunas zonas del sur y el este de la península ibérica se alcanzan con facilidad temperaturas superiores a los 40 ºC, y el estrés térmico por calor en estas circunstancias puede resultar realmente duro de sobrellevar.

Evitar este estrés térmico en verano requiere de un buen material aislante del calor, pero ¿Cuál es la solución más adecuada por prestaciones, facilidad de instalación y cualidades estéticas? En Weber lo tenemos claro: los sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE).

Estas soluciones procuran confort térmico durante todo el año, además de contribuir al ahorro energético (es un hecho que el aire acondicionado hace subir la factura eléctrica especialmente en verano). Esto es especialmente palpable en edificios orientados al sur o al suroeste, donde las paredes se calientan durante todo el día en las épocas más calurosas.

¿Cómo combaten los sistemas SATE el estrés térmico por calor? ¿Cómo pueden evitarlo?

La amplia gama de sistemas de aislamiento térmico por el exterior de Weber está basada en diferentes tipos de aislamientos térmicos, tales como EPS (poliestireno expandido), EPS grafito, lana mineral, mortero termoaislante o corcho natural de cultivo sostenible, entre otros. Estos materiales se sitúan sobre la fachada, impidiendo que el interior pierda confort térmico.

Pero, ¿Cómo lo consiguen? La clave está en que, gracias a las cualidades intrínsecas de estos materiales, se reduce de forma muy significativa la transmisión de temperatura entre interior y exterior.

Al reducirse esta transmisión, es más fácil climatizar para evitar el estrés térmico por calor (o por frío) en los interiores de los edificios. De ese modo se ahorra energía (y dinero, obviamente) ya que se necesita menos tiempo e intensidad de refrigeración.

Entre las ventajas más destacadas del SATE, desde Weber podemos destacar: 

  • Evita que el calor externo penetre en el interior de la vivienda y, por lo tanto, logra el ansiado confort térmico dentro del hogar también en verano, alcanzando una temperatura idónea que oscila entre los 24 y 26 ºC.
  • Consigue un índice de humedad relativa entre el 40% y el 60% que evita sensaciones incómodas o incluso condensaciones.
  • También es importante recordar que, a través de un sistema de aislamiento térmico por el exterior se consigue una mejor calidad ambiental, evitando que se formen colonias de mohos o de bacterias, especialmente en invierno.
  • Algunas de las soluciones SATE como webertherm acustic, además, pueden ayudar a reducir el ruido que llega del exterior, que suele incrementarse en la época estival.

Además a través de estas soluciones es posible cumplir con los estándares del Código Técnico de la Edificación concernientes al aislamiento térmico. Y no solo eso: puede ser clave para poder acceder a ayudas económicas para la rehabilitación energética de edificios existentes, como las del programa PAREER-CRECE, ya que inciden sobre lo más importante: ayudan a reducir las emisiones perjudiciales al medio ambiente.

 

Disfrutar de nuestros hogares en verano no es tan difícil, solo hace falta preparar las fachadas para poder garantizar un buen ambiente interior. En Weber podemos contestar a todas tus preguntas acerca de la mejor solución SATE y orientarte sobre sus múltiples posibilidades de acabado. Y puedes buscar a tu especialista más cercano para consultarle cualquier duda relativa a su instalación. ¿Empezamos juntos este proyecto?