Tipos de SATE: materiales, configuraciones y criterios para elegir el sistema adecuado

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El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior se ha consolidado como una de las soluciones más eficaces para mejorar la eficiencia energética y el confort térmico de los edificios. Su capacidad para eliminar puentes térmicos, optimizar el rendimiento de la envolvente y prolongar la vida útil de las fachadas lo convierte en una alternativa clave frente a los métodos tradicionales.

Sin embargo, existen diferentes tipos de SATE, y su elección no puede hacerse de manera genérica. Cada sistema responde a necesidades constructivas específicas: desde rehabilitaciones energéticas hasta obra nueva, pasando por edificios con exigencias acústicas, estéticas o de seguridad contra incendios.

Por qué existen diferentes tipos de SATE

Aunque todos los sistemas SATE comparten la misma estructura básica (un aislamiento térmico adherido al exterior del cerramiento, protegido con una capa base armada y un revestimiento final), las prestaciones y el comportamiento varían en función de los materiales utilizados.

Las condiciones climáticas, el tipo de soporte, la ubicación geográfica o el uso del edificio influyen directamente en la selección del sistema. Así, no es lo mismo diseñar un SATE para una vivienda unifamiliar en una zona templada que para un edificio público situado en una zona de alta humedad o con exigencias acústicas más estrictas.

Tipos de SATE según el material aislante

El corazón de cualquier sistema SATE es su material aislante, ya que de él dependen factores como la conductividad térmica, la resistencia mecánica o el comportamiento frente al fuego.

El SATE con EPS (poliestireno expandido) es el más extendido en el mercado. Su ligereza, facilidad de instalación y excelente relación coste-rendimiento lo convierten en la opción preferida para rehabilitaciones residenciales.

El SATE con XPS (poliestireno extruido) se emplea principalmente en zonas expuestas a humedad o impacto, como zócalos o sótanos, ya que su estructura cerrada le confiere una absorción de agua prácticamente nula.

Por su parte, el SATE con lana mineral se caracteriza por su comportamiento sobresaliente frente al fuego y por su elevada capacidad de aislamiento acústico. Es ideal para proyectos que buscan mejorar la seguridad y el confort interior.

Cada uno de estos materiales define un tipo de SATE diferente y responde a un enfoque particular, lo que permite adaptar el sistema a los requerimientos energéticos, normativos y estéticos de cada proyecto.

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Clasificación de los tipos de SATE según el sistema de fijación

El modo en que el aislamiento se adhiere al soporte también influye en las prestaciones finales del sistema.

El SATE con fijación por adhesivo se utiliza en soportes regulares y con buena capacidad de agarre. En estos casos, el panel aislante se adhiere directamente mediante un mortero formulado para garantizar la máxima adherencia.

La fijación mixta, que combina adhesivo y anclajes mecánicos, es la configuración más habitual, ya que refuerza la sujeción y mejora la estabilidad del sistema ante movimientos estructurales o variaciones térmicas.

Por último, los sistemas con fijación exclusivamente mecánica se reservan para soportes irregulares o de baja adherencia, típicos en rehabilitaciones de edificios antiguos. Este método asegura un anclaje seguro incluso en superficies deterioradas.

Cada una de estas configuraciones debe seleccionarse atendiendo a la naturaleza del soporte, las condiciones ambientales y la durabilidad esperada del sistema.

El papel del revestimiento en los distintos tipos de SATE

El revestimiento es mucho más que una capa estética. Se trata de un componente esencial que protege el aislamiento frente a los agentes externos, como la radiación solar, el agua o los cambios de temperatura.

En los diferentes tipos de SATE, se emplean revestimientos de naturaleza mineral, acrílica o silicatada, dependiendo del acabado y del grado de transpirabilidad deseado. Los morteros acrílicos, por ejemplo, son ideales para fachadas expuestas, ya que aportan elasticidad, resistencia a la fisuración y una amplia variedad cromática.

Por su parte, los morteros minerales o de silicato destacan por su capacidad de regulación del vapor de agua, lo que los hace especialmente adecuados en zonas húmedas o en proyectos que buscan maximizar la transpirabilidad del cerramiento.

En Weber, los revestimientos se diseñan para integrarse con el resto del sistema, garantizando una protección duradera y un acabado visual de alta calidad.

Criterios profesionales para elegir el tipo de SATE adecuado

Elegir entre los distintos tipos de SATE requiere una evaluación técnica rigurosa. El primer factor a tener en cuenta es la zona climática, ya que el Código Técnico de la Edificación (CTE) establece exigencias térmicas específicas según la localización geográfica.

También deben considerarse el uso del edificio (no es lo mismo una vivienda unifamiliar que un complejo hotelero) y la exposición a agentes externos, como la humedad o el viento. Las exigencias acústicas o de resistencia al fuego, así como las preferencias estéticas, completan la ecuación.

En cualquier caso, la clave está en lograr el equilibrio entre rendimiento térmico, sostenibilidad, facilidad de aplicación y durabilidad del sistema. Por eso, la elección del tipo de SATE debe hacerse siempre siguiendo las especificaciones del fabricante y bajo la supervisión de técnicos cualificados.

Una solución para cada necesidad constructiva

La fortaleza del SATE radica en su versatilidad. Gracias a la variedad de materiales, fijaciones y acabados disponibles, puede adaptarse a prácticamente cualquier necesidad del mercado. Desde la rehabilitación de edificios antiguos hasta la construcción de nuevas promociones energéticamente eficientes, los diferentes tipos de SATE permiten crear envolventes continuas, estéticas y duraderas.

Desde Weber desarrollamos sistemas SATE certificados y adaptados a las condiciones climáticas y constructivas de cada proyecto. Nuestro objetivo es acompañar a los profesionales del sector en todo el proceso, desde la elección del sistema hasta su correcta aplicación.

Si deseas más información sobre cuál es el tipo de SATE más adecuado para tu proyecto o necesitas asesoramiento técnico personalizado, contacta con nuestro equipo. Estaremos encantados de ayudarte a diseñar fachadas más eficientes, duraderas y sostenibles.