En la actualidad, la eficiencia energética es un aspecto clave en la construcción de viviendas, tanto en nuevas construcciones como en rehabilitaciones. Las casas eficientes energéticamente no solo proporcionan un confort superior a sus ocupantes, sino que también ayudan a reducir el impacto ambiental y los costes operativos a largo plazo. El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) es una de las soluciones más eficaces para lograr este objetivo. ¿Cómo el SATE contribuye directamente a la creación de casas eficientes energéticamente? Te lo explicamos.
Cómo el SATE “crea” casas eficientes energéticamente
Además de mejorar el aislamiento térmico, el SATE también ofrece beneficios adicionales que contribuyen a la eficiencia energética global de las viviendas. Como decimos, el SATE no solo ayuda a reducir los costes operativos a través de un menor consumo energético, sino que también mejora el confort interior y contribuye a la sostenibilidad a largo plazo.
Aislamiento térmico superior
Uno de los principales beneficios del SATE es su capacidad para mejorar el aislamiento térmico de una vivienda. Las casas eficientes energéticamente se caracterizan por su capacidad para mantener una temperatura interior constante, sin importar las condiciones climáticas exteriores. El SATE actúa como una capa protectora que minimiza las pérdidas de calor en invierno y las ganancias de calor en verano.
Los materiales aislantes utilizados en el SATE tienen una baja conductividad térmica, lo que significa que requieren menos energía para mantener el interior de la casa a una temperatura confortable. Esto reduce la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano, lo que se traduce en un ahorro significativo de energía.
Reducción de los costes operativos
Al mejorar el aislamiento térmico de las casas eficientes energéticamente, el SATE contribuye a una importante reducción en los costes operativos de la vivienda. Con un mejor aislamiento, la demanda de energía para calefacción y refrigeración disminuye, lo que se refleja en facturas de energía más bajas. A largo plazo, esta reducción en los gastos energéticos convierte al SATE en una inversión inteligente que amortiza su coste inicial.
Además, la eficiencia energética no solo reduce los costos de energía, sino que también aumenta el valor de la propiedad. Las viviendas que cumplen con los estándares de eficiencia energética son más atractivas para los compradores, lo que puede aumentar su valor de mercado.
Mejora del confort interior
Las casas eficientes energéticamente ofrecen un mayor confort para sus habitantes. El SATE contribuye a crear un ambiente interior más estable y cómodo, manteniendo una temperatura constante a lo largo del año. Esto elimina las fluctuaciones extremas de temperatura que a menudo se experimentan en viviendas mal aisladas.
Además, el sistema SATE también mejora el aislamiento acústico de las viviendas, reduciendo la transmisión de ruidos provenientes del exterior. Esto es particularmente beneficioso en áreas urbanas ruidosas o en viviendas cercanas a carreteras o zonas de alto tráfico.