¿Cómo renovar el revestimiento de fachadas antiguas y mejorar sus prestaciones térmicas?

 

Los edificios que tienen unas cuantas décadas necesitan mantenimientos constantes. Por desgracia, en muchas ocasiones esta clase de procesos solo se abordan cuando el daño es considerable. Entonces, no bastará con acciones preventivas, sino que será necesario pasar a la acción. Desde Weber, expertos en soluciones innovadoras para la construcción, te invitamos a descubrir cómo renovar el revestimiento de fachadas antiguas y mejorar su térmica.

 

¿Por qué es necesario saber cómo renovar el revestimiento de fachadas antiguas?

Es necesario saber cómo renovar el revestimiento de fachadas antiguas porque tarde o temprano se tendrá que encarar una obra de este tipo. Se trata de la zona más expuesta de cualquier edificio y esto trae consecuencias siempre.

Además, tiene mucho que ver con el estado del revestimiento de la fachada cómo se haya construido en su momento. Es decir, la mayoría de las edificaciones antiguas no cuentan con ninguna clase de tratamiento para mejorar el aislamiento térmico.

De hecho, cuando se aborda el proceso de renovación de un edificio antiguo, es muy frecuente encontrarse con que tanto las fachadas como los muros tienen un estado de conservación deficiente.

Si sumas que en su momento la construcción no fue óptima a que los mantenimientos han sido escasos, tienes como resultado una fachada en condiciones precarias y que necesita ser renovada con urgencia.

Lo habitual es que cuando esto suceda y se empiece a analizar el estado de la fachada y de los muros, se descubra que el revestimiento ha perdido adherencia, resistencia e impermeabilidad. Es algo frecuente y se debe a la acción de agentes externos como la lluvia, la humedad, el hielo, el calor, la contaminación y otros similares. Hay que tener cuidado para no llegar a un proceso de degradación que no tenga retorno.

En muchos casos, los mantenimientos han sido escasos, pero tampoco se han abordado de manera integral. Lo que se ha hecho es reparar de forma puntual algunas zonas. Para empeorar la situación se pueden haber utilizado soluciones cementosas, que no favorecen que la fachada esté en buen estado. Sucederá todo lo contrario, ya que su grado de dureza es mayor que el de los materiales utilizados para construir la fachada.

 

¿Cómo suele ser el proceso de degradación de la fachada?

Está claro que cada fachada tiene sus propias características, que dependen de cómo fue la construcción en su momento, de los mantenimientos que se han realizado y también de la zona en la que se ha edificado. En este último caso, no se puede pasar por alto que el clima está directamente relacionado con los daños que puede sufrir la superficie exterior de cualquier edificio.

Con todo, queremos mostrarte cuáles son algunos de los problemas más comunes que suelen afectar al revestimiento muro exterior:

  • Degradación. La degradación de la fachada suele comenzar con una fisura en su revestimiento, y si este es tipo pintura, su ambolsamiento e incluso el desprendimiento parcial de esta. A partir de ahí, el agua puede penetrar en el soporte.
  • Ausencia de mantenimiento. Si después de lo que ha ocurrido no se realiza ningún mantenimiento a la fachada, la degradación del revestimiento continúa. Se disgrega y se desprende, lo que provoca que el soporte quede al descubierto. Dependiendo de cómo se comporten los agentes externos que ya hemos mencionado, la degradación será más o menos rápida.
  • Solución. La única solución pasa por consolidar el revestimiento de la fachada con un sistema constructivo que sea compatible con el soporte actual. Debe serlo tanto a nivel funcional como estético.

 

¿Qué sistema te ayudará a renovar el revestimiento de fachadas antiguas y mejorar su térmica?

Si quieres renovar el revestimiento de una fachada antigua y mejorar su térmica, debes apostar por SATE. Este sistema de aislamiento es sinónimo de eficiencia energética para el edificio y de confort térmico para sus habitantes.

El proceso no es demasiado complicado y lo hemos simplificado para que sepas cómo se realiza:

  1. Se comprueba con un martillo la estabilidad del soporte, también la adherencia del revestimiento y la solidez del soporte en toda la fachada. Se debe retirar todas las partes que estén en mal estado del revestimiento o del soporte para dejar la superficie preparada.
  2. Se lava con agua a una presión de 200 bares para eliminar cualquier resto y se deja secar.
  3. Si se apuesta por un SATE en base mortero termoaislante, se aplica el mortero webertherm aislone y se rellenan las juntas, los huecos y las coqueras.
  4. Se utilizan guías para controlar el espesor y para después reglar la superficie.
  5. Con la maquinaria apropiada se aplica el mortero webertherm aislone sobre toda la superficie y se deja liso y con el espesor adecuado.
  6. Por último, se aplica el acabado orgánico o mineral.

En Weber nos ponemos a tu disposición para resolver cualquier otra duda que tengas sobre el revestimiento de fachadas antiguas. Así que no dejes de ponerte en contacto con nosotros.

Problemas más comunes

La degradación empieza con la fisuración del revestimiento o desconchamiento de la pintura

Degradación

La degradación de la fachada suele comenzar con una fisura en su revestimiento, y si este es tipo pintura, su abolsamiento e incluso el desprendimiento parcial de esta. A partir de ahí, el agua puede penetrar en el soporte.

Sin realizar mantenimiento en la fachada, el proceso de degradación continúa, llegando a disgregarlo y provocar su desprendimiento

Ausencia de mantenimiento.

Si después de lo que ha ocurrido no se realiza ningún mantenimiento a la fachada, la degradación del revestimiento continúa. Se disgrega y se desprende, lo que provoca que el soporte quede al descubierto. Dependiendo de cómo se comporten los agentes externos que ya hemos mencionado, la degradación será más o menos rápida.

Fachada blanca con una raja

Solución

La única solución pasa por consolidar el revestimiento de la fachada con un sistema constructivo que sea compatible con el soporte actual. Debe serlo tanto a nivel funcional como estético.

Preparación del soporte

Si quieres renovar el revestimiento de una fachada antigua y mejorar su térmica, debes apostar por SATE. Este sistema de aislamiento es sinónimo de eficiencia energética para el edificio y de confort térmico para sus habitantes.

El proceso no es demasiado complicado y lo hemos simplificado para que sepas cómo se realiza:

  1. Se comprueba con un martillo la estabilidad del soporte, también la adherencia del revestimiento y la solidez del soporte en toda la fachada. Se debe retirar todas las partes que estén en mal estado del revestimiento o del soporte para dejar la superficie preparada.

  2. Se lava con agua a una presión de 200 bares para eliminar cualquier resto y se deja secar.

Aplicación

  1. Si se apuesta por un SATE en base mortero termoaislante, se aplica el mortero webertherm aislone y se rellenan las juntas, los huecos y las coqueras. 

     

  2. Se utilizan guías para controlar el espesor y para después reglar la superficie.

  3. Aplicar a máquina o mediante máquina de proyectar el mortero webertherm aislone en toda la superficie en el espesor deseado, dejando una superficie lisa y homogénea para recibir posteriormente el acabado deseado (mineral u orgánico). 

En Weber nos ponemos a tu disposición para resolver cualquier otra duda que tengas sobre el revestimiento de fachadas antiguas. Así que no lo dudes, y pídenos presupuesto, ¡estaremos encantados de asesorarte!

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