La sostenibilidad en la construcción de edificios es una necesidad urgente ante el reto global del cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales. Con la creciente demanda de soluciones sostenibles que reduzcan el impacto ambiental de las edificaciones, el SATE se presenta, sin ninguna duda, como una opción estratégica para cumplir con estos objetivos.
Este sistema, ampliamente utilizado en la mejora del aislamiento térmico de fachadas, no solo optimiza el consumo de energía, sino que también se alinea con las políticas de sostenibilidad impulsadas a nivel global. Veamos por qué es la opción más adecuada.
Sostenibilidad en la construcción: Debe tener un enfoque integral
La sostenibilidad en la construcción no solo se refiere al uso de materiales ecológicos, sino también a cómo un edificio puede reducir su consumo energético, minimizar sus emisiones de carbono y adaptarse mejor a su entorno. En este sentido, los edificios deben ser diseñados para reducir su huella ambiental durante toda su vida útil. Esto incluye tanto la fase de construcción como la de operación y mantenimiento.
En los últimos años, la normativa global ha puesto el foco en la eficiencia energética de los edificios. Las directivas y políticas de la Unión Europea, como la Directiva EPBD y el Código Técnico de la Edificación (CTE), exigen que los edificios no solo sean energéticamente eficientes, sino que también minimicen las emisiones de CO2. Para alcanzar estos objetivos, el aislamiento térmico de las fachadas juega un papel fundamental, ya que un buen aislamiento contribuye a una reducción bastante importante del consumo de energía.