Qué es el monocapa y cuándo usarlo: diferencias con los sistemas SATE en fachadas

que es el monocapa

En el sector de la construcción y rehabilitación de edificios, la elección del revestimiento exterior es un aspecto clave para garantizar la durabilidad, la estética y la eficiencia energética de una fachada. A menudo surgen dudas entre dos sistemas con finalidades distintas pero que pueden confundirse: el monocapa y el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior).

En este artículo te explicamos qué es el monocapa, cuándo puede ser una buena opción y por qué el SATE se ha consolidado como la alternativa más eficiente cuando se busca mejorar el aislamiento y la sostenibilidad de un edificio.

Qué es el monocapa y cuál es su función en una fachada

Antes de entrar en comparativas, conviene dejar claro qué es el monocapa. Se trata de un mortero predosificado industrialmente que se aplica directamente sobre el soporte de la fachada, generalmente mediante proyección mecánica o manual. Su composición incluye cemento, áridos, aditivos y pigmentos, lo que permite obtener diferentes texturas y colores sin necesidad de aplicar una pintura posterior.

El objetivo principal del monocapa es proteger la fachada frente a agentes externos, como la lluvia o la contaminación, al mismo tiempo que ofrece un acabado estético uniforme. Su nombre hace referencia a que se aplica en una única capa (de ahí “monocapa”) con un espesor aproximado de 10 a 15 mm.

En términos de ejecución, el monocapa es rápido de aplicar, económico y presenta un mantenimiento sencillo, lo que lo ha convertido en una opción común en obra nueva residencial o en proyectos donde el aislamiento térmico no es el factor principal.

Propiedades técnicas y limitaciones del mortero monocapa

El mortero monocapa ofrece una buena impermeabilidad al agua de lluvia, buena adherencia al soporte y resistencia mecánica frente a impactos o erosión. Además, su amplia gama de acabados lo hace muy versátil desde el punto de vista estético.

Sin embargo, no debe confundirse con un sistema de aislamiento térmico, ya que su función no es aislar, sino revestir y proteger. A diferencia del SATE, el monocapa no incorpora una capa aislante térmica, por lo que no contribuye de forma significativa a mejorar la eficiencia energética del edificio.

Esto significa que, aunque el monocapa cumple una función estética y de protección, no es una solución de rehabilitación energética, y en proyectos que busquen reducir la demanda de calefacción o climatización, el SATE será la opción más adecuada.

Nueva llamada a la acción

Monocapa vs. SATE: diferencias clave en aislamiento y comportamiento térmico

Mientras el monocapa actúa como un revestimiento superficial, el SATE es un sistema constructivo completo que integra una capa de aislamiento térmico en el exterior del cerramiento. Esta diferencia técnica cambia por completo el comportamiento del edificio:

Función principal

  • Monocapa: Protección y acabado estético de la fachada.
  • Sistema SATE: Aislamiento térmico por el exterior y mejora de la eficiencia energética.

Composición

  • Monocapa: Mortero mineral predosificado (cemento + áridos + aditivos + pigmentos).
  • Sistema SATE: Panel aislante (p. ej., EPS, XPS, lana mineral, corcho, etc.) + mortero adhesivo/regularización + malla de refuerzo + mortero de acabado/revestimiento.

Espesor habitual

  • Monocapa: ~10–15 mm.
  • Sistema SATE: ~60–200 mm (según cálculo térmico/CTE y objetivos de transmitancia).

Eficiencia energética

  • Monocapa: Baja (no es un sistema de aislamiento; actúa como revestimiento/protección).
  • Sistema SATE: Muy alta (reduce demanda energética, elimina puentes térmicos y estabiliza temperaturas interiores).

Aplicación ideal

  • Monocapa: Obra nueva o intervenciones donde prima el acabado estético y no se exigen mejoras térmicas significativas.
  • Sistema SATE: Rehabilitación energética y obra nueva eficiente orientada a cumplimiento normativo y confort.

De este modo, entender qué es el monocapa permite valorar sus ventajas reales frente a sistemas más avanzados como el SATE. En proyectos donde se busca cumplir con normativas energéticas o alcanzar una mejor calificación energética, el SATE aporta un valor añadido incuestionable.

Cuándo usar monocapa y cuándo optar por SATE

El uso del monocapa puede ser recomendable en edificaciones donde:

  • No se requiera mejorar el aislamiento térmico.
  • Se busque una solución económica y de rápida ejecución.
  • El soporte existente esté en buenas condiciones.

Por el contrario, el SATE es la solución idónea cuando:

  • El edificio necesita mejorar su eficiencia energética.
  • Se desea reducir las pérdidas térmicas y los puentes térmicos.
  • Se requiere una solución duradera, compatible con la rehabilitación energética subvencionada.

En la práctica profesional, ambos sistemas pueden convivir, pero sus propósitos son distintos. El monocapa se centra en la protección estética, mientras que el SATE actúa como una envolvente térmica completa.

La elección correcta para cada proyecto

Comprender qué es el monocapa y distinguirlo del SATE es fundamental para cualquier profesional del sector. No se trata de decidir qué producto es mejor en términos absolutos, sino de elegir la solución adecuada según el objetivo del proyecto.

Si el foco está en estética y protección, el monocapa puede cumplir su función. Pero si el propósito es rehabilitar energéticamente, mejorar el confort térmico y reducir emisiones, el SATE es la elección profesional más eficiente y sostenible.

¿Tienes dudas sobre qué sistema aplicar en tu próximo proyecto?

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