El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) ha ganado popularidad en el sector de la construcción, particularmente en proyectos que buscan mejorar la eficiencia energética de los edificios. Sin embargo, la pregunta que muchos profesionales se hacen es: ¿realmente merece la pena el SATE? A continuación, presentamos cinco argumentos clave que demuestran por qué esta inversión puede ser estratégica para el éxito de cualquier proyecto de construcción o rehabilitación.
Mejora significativa en la eficiencia energética
El argumento más contundente a favor del SATE es su capacidad para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Al aplicar un sistema de aislamiento en la fachada exterior, se reduce la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano. Esto no sólo contribuye a cumplir con las normativas vigentes en materia de eficiencia energética, sino que también se traduce en un ahorro considerable en los costes de climatización. Para empresas que gestionan proyectos de gran envergadura, este factor puede ser determinante para atraer a clientes interesados en soluciones sostenibles y rentables.
Revalorización del inmueble
Incorporar un sistema SATE en una edificación no sólo mejora su eficiencia energética, sino que también incrementa su valor en el mercado. En un entorno donde los compradores y arrendatarios valoran cada vez más las soluciones ecológicas y sostenibles, un edificio con SATE puede ser más atractivo y justificar un precio superior. Esto es particularmente relevante para promotores y constructores que buscan maximizar la rentabilidad de sus inversiones a largo plazo.