A través de la evolución nuestro cerebro ha ido asociando el ruido (y especialmente el ruido fuerte) con el peligro. Un sonido es una señal que desencadena una respuesta de estrés, lo queramos o no lo queramos. Si no hay ruidoo sonido alguno, nuestro cuerpo y nuestra mente se relajan. Se reduce el estrés general. Los investigadores han comprobado que el silencio puro ayuda más a relajarse que cualquier música relajante.
Si uno duerme con una interrupción por ruido puede que acabe con insomnia, fatiga e incluso padeciendo una depresión. En cambio, las noches silenciosas y disfrutando de momentos de tranquilidad durante el día mejorará la calidad del sueño, del descanso disminuyendo los niveles de alerta durante el día.
En cuanto el cerebro tiene que procesar menos ruido o ninguno, puede centrarse en otros sentidos.
Cuando no tiene que luchar de forma contínua contra el estrés por contaminación acústica, podrá concentrarse más en vistas, aromas, sabores, sensaciones táctiles así como en sus propias reflexiones, emociones e intenciones.
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Regeneración y crecimiento de las células cerebrales
Los investigadores han demostrado que el silencio puede conllevar la creación de células nuevas en la parte principal del cerebro asociado con la memoria, el aprendizaje y las emociones. Las células existentes se regeneran, mientras que las nuevas se convierten en neuronas en el sistema.
Incluso en ausencia de sonido, el cerebro sigue activo. Incluso con silencio absoluto, la gente informa haber tenido alucinaciones auditivas. Es el resultado de que la corteza auditiva del cerebro sigue funcionando. Cuando no tenemos que lidiar con los ruidos externos, podemos hasta incluso escucharnos pensar. Nuestra mente puede focalizar en recordar conversaciones, expresar sentimientos o emociones y recordar sonidos, tonos o música, y esto nos ayuda a mejorar nuestra memoria.
El ruido fuerza a nuestro cerebro a procesar y a discernir sonidos. Cuando desaparece esta distracción y estimulación, puede permitirse salir de este foco. Esto no significa que se desconecte por completo. Todo lo contrario, estará logrando otro nivel de actividad mental y podrá conectar con una parte del cerebro diferente. Escucha lo que está pasando en tu interior, cambia tus pensamientos y enfoca hacia adentro y recarga tu mente a través de la autorreflexión.